Me defino así, porque considero importante mi formación académica, de pre y post grado y la experiencia que logré trabajando en los hospitales; y “yuyera” porque es la forma de llamar y valorizar a las plantas para la salud y a la gente que desde siempre se sanó con ellas. La palabra “yuyo” viene del quechua “yuyu” y hace referencia a que “es nutricio, alimento”. Las “yuyeras” eran mujeres con un saber intuitivo extraordinario, pasado de boca en boca, de generación en generación.
Siempre, o casi siempre, estas plantas eran desprestigiadas por la medicina académica y así los “yuyos” eran señalados casi casi como malas hierbas. Siento profundamente que no puedo ser quién soy si no valoro la historia honrando a todas las mujeres que en mi habitan quienes fueron desacreditadas y perseguidas por el compromiso que tenían para ayudar a sanar, por amar a las plantas y por amar la Tierra. (Así se presenta Sara en su página web).
<<En mi formación de pregrado, cuando estudié medicina, no nos enseñaron sobre el poder sanador de las plantas. Solamente se las nombraba en letra pequeña en un libro de Farmacología, materia importante del 4to año, y haciendo referencia al origen de algún medicamento. Y sí, se las desprestigiaban y desmerecían. Pero a mi me atraían. Y en mi formación de postgrado, en la Residencia de Medicina General, fueron apareciendo en los diálogos con la gente que llegaba al Hospital o al Centro de Salud. Y así comencé a conocerlas, estudiarlas, usarlas y recomendarlas.>>
<<Me apasionan todas las plantas, las venidas de afuera como las nativas. Y difundo sobre las Plantas de la Patagonia porque es el territorio que elegí vivir hace alrededor de 30 años.>>

Las plantas, como medicina, nunca dejaron de usarse. En la actualidad se avanzó en el estudio de sus componentes, como actúan en el organismo y su interacción con medicamentos sintéticos. Todo esto favorecería al uso de las plantas en la salud, pero veo que los tiempos modernos llevan a consumir muchos suplementos nutricionales con algunos componentes de las plantas. Ojalá no se pierda el tiempo de cultivo, recolección y preparación del té. La planta es mucho más potente si la cultivamos o recolectamos por donde vivimos, nos preparamos su té o la comemos, que comprarme una pastilla con una partecita de ella.
Sos de salir a juntar los “yuyos” o los cultivas? ..<<Ambas cosas. Me encanta salir al bosque o hacer una caminata por la estepa, y traerme algunas ramitas para luego agregar al mate o beber. También las cultivo, soy una convencida que el mejor botiquín es nuestro jardín.>>
Consejos para quienes todavía no se animan a probar un té para calmar y sanar alguna afección: Que prueben con una planta que esté impregnada de historia familiar, recuerdos de una abuela o madre que las usaba, que sea amigable su sabor. Las plantas, usadas con respeto y sentido común, siempre invitan al bienestar.

Las plantas sanan, no solo por sus principios activos, también por su cultura, su historia. Están impregnadas de buena intención, de cariño. Son las mejores alquimistas, y no hay laboratorio que pueda copiar todas sus bondades. Representan la Medicina más antigua, y la más simple
Visiten su página, tiene varios libros y publicaciones: https://www.saraitkin.com.ar
Gracias Sara por compartirnos tus conocimientos !!!!!!